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66th IFLA Council and General
Conference

Jerusalem, Israel, 13-18 August

 
 


Code Number: 063-110-S
Division Number: VI
Professional Group: Management and Marketing - Part I
Joint Meeting with: Information Technology and Social Sciences Libraries
Meeting Number: 110
Simultaneous Interpretation: Yes

Migrar de la biblioteca de hoy a la biblioteca de mañana:¿Re- o E-volución?

Tatiana V. Ershova,

&

Yuri E. Hohlov

Institute of the Information Society, Russia
Moscow, Russian Federation


Paper

El mundo en pleno cambio: advenimiento de una sociedad del conocimiento

La era de la información ha llegado y el ritmo de cambio en la sociedad humana continúa acelerándose. Ese cambio es continuo y lo impregna todo --afecta a todo el mundo, instituciones y sociedades. El cambio es como un tifón cuya turbulencia ha engendrado no sólo problemas, sino también auténticas oportunidades. Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) son las fuerzas motrices del cambio, y la trasformación está a la orden del día. La inteligencia humana está reemplazando al capital físico como principal factor de producción: el capital intelectual se convierte en el factor primario de crecimiento en la emergente sociedad de la información o, de acuerdo con el ultimísimo concepto, del conocimiento. El acceso a, y el uso eficaz de la información y del conocimiento, tecnologías y servicios varios constituyen herramientas esenciales para un desarrollo económico y social sostenible a nivel individual, comunitario, nacional e internacional. Aquellos que estén en posesión de todas esas herramientas disfrutarán de un futuro marcado por la abundancia, pero los que estén privados de ellas serán marginados.

Para hacer más armonioso el panorama de esta sociedad, la Global Knowledge Partnership (http://www.globalknowledge.org), una red en crecimiento de alrededor de 60 organizaciones públicas, privadas y no gubernamentales de muchos países del mundo, propone centrarse en tres temas clave, importantes para facilitar el papel del conocimiento en el desarrollo: acceso, potenciación y dirección.

El acceso implica asegurar que existe una disponibilidad universal de las estrategias y herramientas esenciales para el uso eficaz del conocimiento: significa accesibilidad a las redes, infraestructuras y servicios, así como a los contenidos relevantes para la ciudadanía a nivel político y socio-cultural; es una facilidad que posibilita a los ciudadanos comunicarse con el mundo exterior relevante. La potenciación puede definirse como el resultado de actividades que construyen la capacidad y las habilidades de los individuos, grupos comunitarios, sector privado, gobiernos e instituciones, con el objetivo de posibilitarles tomar parte en la sociedad y la economía globales del conocimiento, y tomar decisiones informadas en relación con sus necesidades.

La dirección es el proceso a través del cual las instituciones, negocios y grupos de ciudadanos articulan sus intereses, ejercen sus derechos y obligaciones, asignan opciones y oportunidades humanas y solucionan sus diferencias. Esto supone explorar de qué maneras las sociedades del conocimiento pueden emplear formas más eficientes, transparentes y participativas de gobierno: localmente, regionalmente, nacionalmente y globalmente.

En el contexto del desarrollo de la sociedad del conocimiento [1, p. 4] se pueden afirmar los siguientes supuestos:

    La calidad de las decisiones depende de la calidad y cantidad de la información. Aunque haya abundante información, la calidad de ésta ha de ser evaluada.
  1. El acceso a la información y al conocimiento resulta en una mejora de la calidad de vida, siempre que exista un marco que lo posibilite.
  2. Siempre habrá desigualdad en la sociedad. Mientras no sea posible eliminarla, la sociedad tiene la responsabilidad de esforzarse en reducirla.
  3. Todos esos supuestos desafían al papel de la biblioteca en la sociedad de hoy, forzándola a revisar su función de cara a conservar y reforzar su misión.

La evolución del sistema literario y de conocimiento

Además de esas características de la realidad actual hay otros tres macro-factores que tienen un gran efecto sobre el papel de la biblioteca en la sociedad:
  • un crecimiento exponencial de la información;
  • la creciente complejidad del conocimiento y de su representación;
  • una transformación del sistema literario.
Hoy día, cada vez más personas (sobre todo, investigadores) usan nuevas formas de representación de un conocimiento que no se presentan en forma de texto lineal impreso como monografía o artículo. Esos nuevos tipos de publicación pueden incluir texto, imágenes, grabaciones áudio de una discusión, grabaciones vídeo de un experimento, un código de fuente de software para cálculo de resultados, etc. --todo eso es imposible dentro de una publicación convencional. Además, la mayor parte de la información científica (o quizás cultural) será creada en este u otro formato sofisticado y constantemente puesta al día o revisada. Actualmente asistimos a un proceso que podría definirse como la reformulación del sistema literario.

Geoffrey Nunberg, profesor de la Universidad de Stanford, apunta que los nuevos formatos, tales como multimedia e hipertexto, nos llevan "más allá del libro" creando nuevos modos de lectura y nuevas formas de intercambio intelectual y cultural. Un diccionario puede tener hipervínculos con una enciclopedia, o una enciclopedia llevarnos directamente a la bibliografía primaria. En último término, podemos querer pensar en esas formas como el modelo para los nuevos servicios y clearinghouses: no como compendios estáticos, sino más bien como interfícies dinámicas hacia un discurso de final abierto. No es tanto una revolución tecnológica (que ya ha tenido lugar), sino, como propone Carla Hesse, la reinvención pública de una comunidad intelectual en su despertar. De hecho, el conocimiento ya se concibe ni se construye en albsoluto en el lenguaje de las formas --no como "cuerpos de conocimiento" o "corpus" limitados y almacenados, sino más bien como modos de pensamiento, de captación y de expresión --como técnicas y prácticas.

Las tecnologías digitales posibilitan (vía interficies de usuario y redes amigables) el acceso ultrarápido a las fuentes más ricas, se encuentren donde se encuentren dentro de las colecciones mundiales, así como el rápido intercambio de comentarios en fórums electrónicos o videoconferencias. Esas nuevas posibilidades favorecen una lectura 'extensiva', la comparación de diferentes textos y puntos de vista, la transversalidad multidisciplinar, una "conversación" entre lectores. Empiezan a tener un impacto considerable, tanto en el mecanismo individual de apropiación de los textos como en la sociología de la lectura. La auténtica politextualidad --en la cual diversos tipos de textos y de imágenes, sonidos, películas, bancos de datos, servicios de correo y redes interactivas pueden resistirse mutuamente o interferir unas con otras-- ese proceso de lectura genera progresivamente una nueva dimensión --polimórfica, transversal y dinámica. Podemos llamarla 'metalectura', la cual está convirtiéndose en una nueva fuerza motriz de la cultura. En lugar de estrategias apriorísticas que contemplan la catalogación de cada documento utilizando una clasificación universal, la hipertextualidad prefiere una táctica de dar pequeños pasos capaz de unirlos a posteriori, "corpus" completos generados por la investigación y puntos de vista particulares. Apuesta, en resumen, por la pluralidad del mundo de la documentación. En otras palabras, el ideal de un conocimiento coherente, convergente y unificado (del cual la biblioteca sería el microcosmos). Al tiempo que hace saltar los límites del texto, la hipertextualidad reaviva una de las cuestiones fundamentales de la cultura: ¿con qué mediaciones pueden la experiencia privada y la práctica colectiva iniciar un intercambio? [2, pp. 154, 161-162].

A propósito, esta nueva arquitectura del conocimiento ha dado origen a un conjunto, sorprendentemente diverso, de proyectos arquitectónicos recientes de bibliotecas, por ej. la Bibliotheque Nationale de France - un edificio sin paredes, una biblioteca que es un no-espacio; bibliotecas para los nuevos parlamentos emergentes en Europa del Este -una serie de redes de satélites coordinadas globalmente que unen bases de datos lejanas que no están, realmente, localizadas absolutamente en ninguna parte, excepto en las manos de sus usuarios; la Union Media Center de la Universidad del Estado de Michigan, son sólo algunos ejemplos.

La evolución del sistema literario y de conocimiento ha alcanzado el punto en el cual muchas personas se están haciendo la famosa pregunta: ¿cuál es el destino del libro en la nueva era? Dos puntos de vista extremos son representados por los "visionarios informáticos" (o "tecnófilos") y por los "bibliófilos", y se expresan más o menos así: "Los libros impresos, las bibliotecas de ladrillo, han sido substituídas por géneros e instituciones electrónicas, donde la narrativa lineal ha cedido todas sus funciones importantes, al hipertexto y al multimedia", versus "Nadie va a sentarse y leer una novela en una pantallita parpadeante. Jamás"."

Por supuesto, no tiene sentido entrar en una discusión sobre esos dos puntos de vista. Es más importante comprender qué generos impresos sobrevivirán en la era de la información y cuáles serán sustituidos por los nuevos formatos digitales.

En esta línea, Nunberg argumenta que los tipos de libros cuya existencia en forma de códice no tiene particular relevancia cultural (catálogos, manuales técnicos, directorios, normativas, textos legales, etc.) desaparecerán probablemente pronto. Las revistas científicas van a cambiar casi con toda seguridad a la distribución electrónica, pero, para los periódicos y revistas populares, la reconversión es menos obligada. Los CD-ROMs ya han reducido fuertemente el uso de enciclopedias impresas, pero los diccionarios impresos parecen ampliamente inmunes a la digitalización. Igual que en el caso de novelas, libros de auto-ayuda, memorias políticas, ediciones críticas, libros de arte, guías de viajes, etc., simplemente es demasiado pronto para decirlo. Algunos probablemente van a continuar estando mayoritariamente en soporte impreso, otros dividirán su existencia entre media impresos y digitales, y otros migrarán definitivamente, ocupando su espacio entre una variedad de géneros digitales completamente nuevos. Habrá una revolución digital, pero el documento impreso será un protagonista importante en ella.

Desde ese punto de vista, el enfoque más razonable parece ser el formulado por James Billington, Director de la Library of Congress, in 1994: las nuevas tecnologías de la era multimedia deberían usarse para "reforzar la cultura del libro". O bien, por otra parte, nos gusta la idea lanzada por Umberto Eco, el célebre escritor y filósofo moderno: cuando una secuencia multimedia integrada de sucesos consigue hacer regresar a la gente a una realidad no-virtual, algo nuevo puede suceder.

La biblioteca en un nuevo entorno informativo: retos de la transformación

Las bibliotecas y los archivos han sido creados para asegurar la accesibilidad a largo plazo de la información registrada. Eso es lo que hacen ahora, y eso es lo que harán en el futuro. Ello significa que adquieren, catalogan o procesan, organizan, ofrecen para el uso y preservan el material disponible al público, independientemente de la forma en que éste se halle recogido, de tal manera que, cuando sea necesario, pueda ser localizado y utilizado. Esta es la función distintiva de la biblioteca, y ninguna otra institución lleva a cabo este trabajo sistemático a largo plazo. Nada de eso cambia en el mundo digital. Pero la tecnología digital cambia el equilibrio de poder entre las funciones esenciales [3,4]. El cambio es sociocultural, por lo menos, tanto como tecnológico. Patric Bazin, Director de la Biblioteca de Lyon, señala que la creciente sofisticación del conocimiento y de los métodos de procesamiento de la información parece ir acompañada de una evanescencia de los referentes estables, claramente identificables y transmisibles, que el "orden del libro" (un término de Roger Chartier [5]) acostumbraba a proporcionar. Parece natural que las bibliotecas deban continuar jugando un papel muy importante, un papel que sobrepasará con mucho la simple conservación de un patrimonio. Pero, ¿serán capaces de convertirse en mediadoras en la sociedad del conocimiento? En el momento presente, les cuesta desempeñar ese papel, por lo menos para los investigadores y especialistas en muchos campos prácticos que --empujados por la competencia profesional-- siguen las nuevas tecnologías y métodos de obtención del conocimiento mucho más de cerca que cualquier biblioteca u otro agente de información.

Una vez que la noción de colección ya no está limitada físicamente, tiende naturalmente a extenderse de manera indefinida. Desde luego incluirá una gran cantidad de lo que algunos usuarios encontrarán trivial y efímero; cuando derribas las paredes de la biblioteca, no debería sorprenderte encontrar la sala de lectura llenándose de gente de la calle. La solución (indicada por Nunberg) no es intentar cerrar el acceso a la colección de cualquier manera arbitraria, sino ayudar a los usuarios a deslizarse por el laberinto.

El acceso al conocimiento y a la cultura desde una variedad de fuentes (tanto tradicionales como de las más recientes, en términos de formato y uso), en una variedad de lenguas, visiones y tradiciones incluye el proceso de transformar ese conocimiento a un formato accesible. Consideramos que esos problemas deberían tratarse dentro del contexto de la biblioteca híbrida / digital.

Estrategia de desarrollo: hacia la biblioteca híbrida y digital

Uno de los mayores problemas que ha de resolver hoy día el bibliotecario es cómo navegar en un espacio documental híbrido, que incluye tanto el formato impreso como el digital. La motivación que existe tras el concepto de biblioteca híbrida es una necesidad de hacer frente a la diversidad. La diversidad es un problema muy importante cuando las bibliotecas struggle luchan por afrontar el mundo de la información digital. La principal pregunta que hay que contestar es qué nuevo orden de conocimiento va a emerger, y cómo las bibliotecas pueden participar adaptándose a las muchas transformaciones de los escenarios de la información y de la investigación. [6].

Sin poner en duda el valor permanente del documento manuscrito o impreso, o el de la biblioteca convencional como lugar donde la gente se encuentra para satisfacer algunas de sus necesidades culturales, permítasenos afirmar honestamente que, actualmente, cada vez más informacion está apareciendo como 'digital de nacimiento', o bien siendo digitalizada por mor de un uso más conveniente. Una cuestión muy importante surge en ese contexto: ¿quién tomará la responsabilidad de coleccionar y almacenar cuidadosamente la información con el fin de hacerla disponible para el uso futuro? De momento ésta es conservada por los propios creadores, que actualizan constantemente sus materiales y no se preocupan mucho de retener las versiones previas. Así, alguna información considerada como de menos valor, pero que probablemente contiene algunas semillas de saber no revelado, se pierde. Es importante que alguna institución social, más tarde o más temprano, acepte esa función. ¿Será la biblioteca? Quisiéramos contestar positivamente a esa pregunta. Pero, para que ello ocurra, es esencial que la biblioteca de hoy cambie hacia la implementación del concepto de biblioteca digital, y haga de ello parte de su estrategia de desarrollo.

Una biblioteca digital puede definirse como "un sistema distribuído de información que asegura el almacenamiento fiable y el uso eficaz de colecciones heterogéneas de documentos electrónicos (texto, gráficos, audio, vídeo, etc.) vía redes globales de transferencia de datos de una manera conveniente para el usuario final" [7]. O bien: "un servicio de información en el cual todos los recursos informativos están disponibles en formato electrónico y las funciones de adquisición, almacenamiento, preservación, recuperación, acceso y comunicación del documento se llevan a cabo usando tecnología digital" [8].

Las bibliotecas digitales pueden procurar la preservación y también la migración de información electrónica (tanto nacida en formato digital como digitalizada), así como ofrecer versiones mejoradas de servicios que hemos dado en esperar de las bibliotecas, por ejemplo:

  • herramientas para la búsqueda en colecciones heterogéneas;
  • un servicio personalizado basado en perfiles de usuario que representen sus necesidades de información, o bien un sistema de redacción de resúmenes dirigido al usuario en un punto de acceso a la información, con objeto de ayudarle a decidir sobre la relevancia de un documento;
  • una infraestructura colaboradora que permita a grupos de usuarios indizar y evaluar documentos sobre temas específicos;
  • una recuperación de la información multilingüe, o bien interrogación de bases de datos multilingües o un almacenamiento e interficie multilingüe, etc. [9, pp. 184, 197, 215, 274, 294, 363].
Hoy día el concepto de biblioteca digital está implementándose mayoritariamente fuera del mundo bibliotecario convencional. La razón principal para ello no es una falta de comprensión de todos los avances que proporcionan las bibliotecas digitales (muchos altos profesionales de la biblioteconomía, y también asociaciones, prestan la atención debida a este concepto), sino la simple incapacidad de costearlas en términos de los gastos de equipamiento y tecnología. Incluso la creación de un entorno híbrido, imperiosamente necesario para responder a la realidad de hoy, is dificultada por factores tan intratables como son la dependencia de la información digital de software, hardware, redes, y demás.

Políticas bibliotecarias para el cambio

Los días 17 al 19 de Abril del 2000 Moscú acogió una conferencia internacional: "Managing the Digital Future of Libraries" , que dio como fruto el "Manifiesto de Moscú" [10], reconociendo las siguientes formas en que las bibliotecas de todo tipo pueden hacer contribuciones sustanciales en áreas políticas clave:
  • Democracia y ciudadanía - Las bibliotecas de acceso público tienen una oportunidad estratégica de menorar la calidad de vida y las oportunidades democráticas de todos los ciudadanos por la vía de proporcionar acceso igualitario y gratuito a información de alta calidad, y de asegurar acceso igualitario a la opinión diferente, ayudando a superar las desigualdades de riqueza y posibilidades del entorno.
  • Desarrollo económico y social y apoyo a la industria -- Las bibliotecas apoyan la creación de riqueza asegurando acceso igualitario a la información y a las oportunidades que permite el conocimiento. Pueden ser instrumentos importantes para reducir la desigualdad entre los ciudadanos rusos informativamente ricos y los informativamente pobres.
  • Erudición, educación y formación permanente - Las bibliotecas proporcionan, a través de su red físicamente extensa, una infraestructura eficiente tanto para la educación formal como para la formación permanente. Apoyan a los estudiantes de todos los niveles de la educación formal.
  • Diversidad cultural y lingüística - Las bibliotecas públicas son también instituciones culturales en el sentido más amplio. Apoyan, preservan y promueven directamente el patrimonio cultural escrito, la literatura, la alfabetización, los autores y los editores. Dan acceso al conocimiento de todas las formas de expresión cultural.
  • Para asegurarse que eso ocurra, es importante considerar e implementar, tanto a nivel nacional como internacional, iniciativas políticas tendentes a:
  • mejorar las condiciones para el acceso de los ciudadanos a los recursos de información abordando los aspectos legales, técnicos, económicos y de política que puedan mejorar el acceso a través de las bibliotecas;
  • ayudando a las bibliotecas a satisfacer las necesidades de los ciudadanos, por ejemplo recomendando infraestrucutras, alianzas y medidas de formación adecuadas [11].
La formación implica, entre otros puntos, algo profundo y a largo plazo: alimentar una sólida ética de servicio, construir una nueva cultura profesional basada en el reconocimiento de las tendencias y la constante disposición a responder a la presión para el cambio. Los directores de biblioteca han de asegurar que sus instituciones son centradas en el usuario y dirigidas siempre de manera que las necesidades de los usuarios sean soberanas.

Se anotó más arriba que las bibliotecas operan con el máximo de eficacia en red. Eso suena especialmente pertinente en el entorno digital donde el hecho de compartir recursos y tecnología se convierte en una condición para la supervivencia y el desarrollo. Más aún, el trabajo en red debe reforzarse con la integración que supone una cooperación eficiente de las bibliotecas con otros centros implicados en la creación y diseminación del conocimiento y la cultura --institutos de investigación, archivos, museos, editores, etc.-- en términos de utilización de formatos, estándares, metadatos, protocolos, etc. comunes, y de coordinación de responsabilidades.

Ampliar las fronteras institucionales puede aportar otros beneficios a las bibliotecas: éstas pueden hacerse económicamente más viables y alcanzar una alta ratio coste-beneficio si adoptan algunas políticas que surgen de la expansión del entorno digital, por ej.: reunir tasas de licencia para documentos electrónicos, o digitalizar materiales originales. La preservación a largo plazo de los datos digitales con tecnologías de transición también proporciona una oportunidad de negocio adicional a las bibliotecas y empresas en sectores relevantes. Las bibliotecas son los clientes más importantes, y algunas veces incluso vitales, de los editores electrónicos; también sirven para marquetizar los productos de las empresas multimedia, pueden atraer la atención de operadores de telecomunicaciones dando acceso en línea a contenidos y servicios de información vía telecomunicaciones, redes, etc.

Conclusión

La biblioteca debe afianzar su papel clave en la emergente sociedad de la información y el conocimiento como un lugar que asegure la preservación y la migración de información de cara a hacerla utilizable para todos los que la necesiten. Ello significa, no solamente mantener su misión tradicional, sino también reforzarla considerablemente. ¿Qué se necesita para conseguir esa ambiciosa meta en el mínimo tiempo posible: revolución o evolución? El método correcto implicaría una combinación de ellos, más que escoger una sola de las dos alternativas, es decir: revolución y evolución.

La revolución que la biblioteca ha de llevar a cabo significa, antes que nada, ingresar en el mundo digital como protagonista pleno. Ello supone --además de trabajar con documentos electrónicos, lo cual es evidente-- un trabajo en red eficiente con las bibliotecas y otras instituciones relevantes, tanto nacional como internacionalmente, o sea que la biblioteca ha de contribuir al desarrollo de un almacén de conocimiento global distribuído. En términos biblioteconómicos, la revolución significa que la biblioteca debe convertirse en un 'art of passage' en lugar de un 'art of classification' como ha sido tradicionalmente. La biblioteca del futuro debe organizarse alrededor de las disciplinas como muchas fuentes ornamentales, cuyos contornos fluctúan --puntos de vista y usos cambiantes. Nos parece cierto que la contraseña de cualquier revolución en la gestión de las bibliotecas se convierte en un realineamiento en términos de contenido - lo cual significa que un tema dado tendrá que poder movilizar a su alrededor todos los fondos, información e instrumentos pertinentes ; tendrá que ser abordado desde el punto de vista de todos los usos posibles, cualquiera que sea el nivel de cada usuario [2, p. 156-157].

La evolución está adquiriendo la flexibilidad suficiente para afrontar la explosión de documentos y tecnologías sumada a las fronteras borrosas entre los públicos y entre los usos. Ello incluye el seguimiento constante de los grupos y la predicción de las necesidades de los usuarios via implementación de métodos avanzados de investigación de usuarios.

El aspecto más retador es dirigir el entorno híbrido. Una de las tareas más difíciles es reconciliar el hecho de que, para un perídodo de tiempo largo, la biblioteca tendrá que gestionar sistemas patrimoniales mientras crea y mantiene una interfície entre lo viejo y lo nuevo. ello significa que habrán de invertirse permanentemente considerables presupuestos, pero la sociedad (desde el momento que necesita archivar y usar el conocimiento y el saber creados por la humanidad) tiene que soportar esos costes --como hizo en el pasado, pero las bibliotecas tradicionales probablemente eran instituciones menos costosas.

Las bibliotecas han de ser un punto de encuentro para los muchos procesos y fenómenos relacionados con la sociedad de la información. Es necesario asegurarse de que no sean menos, sino mucho más centrales ahora de lo que acostumbraban a serlo en la sociedad industrial.

Referencias

  1. Report on the Global Knowledge Forum Proceedings: Second Global Knowledge Conference (GKII), 7-10 March 2000, Kuala Lumpur, Malaysia. - 56 pp. 1. The Future of the Book / Edited by G. Nunberg, with an afterword by U. Eco. - Berkeley, 1996. - 306 pp. Nunberg - p. 9-20 (introduction), 103-138; Hesse - p. 21-36; Bazin - p. 153-168; Eco - p. 295-306.
  2. Smith A. Digital Preservation Research and Developments // Proceedings of the International Conference "Managing Digital Future of Libraries" (Moscow, Russia, 17-19 April 2000). - Russian Digital Libraries Journal. - 2000 - Vol. 3. - No. 3. http://www.iis.ru/el-bib/2000/200003/smitha/smitha.en.html
  3. Ryynänen, M. Report on the Green Paper on the Role of Libraries in the Modern World (25.6.1998 A4-0248/98) / The European Parliament. Committee on Culture, Youth, Education and the Media. - http://www.publiclibraries.fi/publications/report.htm (updated on 8 March 2000).
  4. Chartier R., Bourdieu P. Le message écrit et ses receptions. Du codex a l'écran // Revue des Sciences morales et politiques. - 1993. - No. 2.
  5. Rusbridge Ch, Royan B. Towards the Hybrid Library: Developments in UK Higher Education: Proceedings of the 66th IFLA Council and General Conference, Section on Information Technology Open Session "From Library Automation Systems to Digital Libraries" (Jerusalem, Israel, 16 August 2000).
  6. Ershova T.V., Hohlov Yu. E. Russian Digital Libraries Programme: Approaches and Perspectives // Russian Digital Libraries Journal. - 1999 - Vol. 2. - No. 2. http://www.iis.ru/el-bib/1999/199902/ershova/ershova.en.html
  7. Oppenheim Ch., Smithson D. What is the hybrid library? // Journal of Information Science. - 1999 - Vol. 25. - No. 2 - P. 97 - 112.
  8. Research and Advanced Technology for Digital Libraries: Proceedings of the Third European Conference, ECDL'99 (Paris, France, September 22-24, 1999) / Ed. by S. Abiteboul and A.-M. Vercoustre. - Berlin: Springer, 1999. - XI, 494 pp. (Lecture Notes in Computer Science, 1696).
  9. The Moscow Manifesto: Russian Libraries of the 3rd Millennium and their role in the Global Information and Knowledge Space (Adopted at the International Conference 'Managing the Digital Future of Libraries', Moscow, 17-19 April 2000).
  10. Policy Development in the Library Area / European Commission. DG Information Society. Cultural Heritage Applications Unit. http://www.cordis.lu/libraries/en/green.html (updated 08 March 2000)].

Sobre los autores

Tatiana Ershova se graduó por el Instituto Pedagógico "Maurice Thorez" de Lenguas Extranjeras del Estado de Moscú en 1980. Entre 1985 y 1998 trabajó en la Biblioteca del Estado Ruso --la mayor biblioteca nacional de Rusia y la segunda del mundo. Su carrera, consecuentemente, progresó desde bibliotecaria de adquisiciones e intercambio a subdirectora y directora. Actualmente es Chief Executive Officer del Instituto Ruso para la Sociedad de la Información - una ONG que promueve, en la Federación Rusa, el desarrollo de la sociedad de la información. Tiene una vasta experiencia en gestión, elaboración de conceptos y estrategias de desarrrollo para una institución nacionalmente significativa y una región, en organizar y dirigir conferencias y talleres (tanto nacionales como internacionales). Ha publicado más de 30 artículos en revistas profesionales y medios de comunicación.

Yuri Hohlov se graduó en 1976 por la Universidad del Estado de Kazán; doctorado en matemáticas en 1980. Trabajó como profesor no numerario, asociado y titular en las universidades de Kazán (Tatarstán) y Donetsk (Ucrania) entre 1980 y 1988; impartió conferencias en 17 universidades e institutos de Europa y Norteamérica. Realizó investigación en dos institutos matemáticos líderes de la Academia Rusa de las Ciencias (1988-93, 95-98), fue director del Departmento de Informática & Telecomunicaciones de la Fundación Rusa para la Investigación Fundamental (1993-95), subdirector de la Biblioteca Nacional Rusa (Servicios de Automatización de la Biblioteca y TI, 1996-98), responsable del desarrollo y gestor de numerosos sistemas de información a gran escala para la industria y la ciencia. Actualmente Yuri Hohlov es Presidente de la Junta directiva del Instituto de la Sociedad de la Información - Rusia, Presidente del grupo de expertos de alto nivel sobre el desarrollo de la sociedad de la información en el Ayuntamiento de Moscú, miembro de numerosas instituciones internacionales dedicadas a evaluar proyectos de implementación de TIC, presidente de la Sección de Tecnologías de la Información de la IFLA. Ha publicado una monografía y más de 50 artículos en las principales revistas científicas rusas y extranjeras.

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Latest Revision: July 29, 2000 Copyright © 1995-2000
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