La información errónea que aparece online puede distorsionar la toma de decisiones de las personas y perjudicar el debate en las sociedades. Y, al mismo tiempo, la lucha contra las “noticias falsas” también está sirviendo de excusa para promulgar leyes represivas que frenan la libertad de expresión. Se debe dar una respuesta efectiva basada en unos medios de comunicación más fuertes, en la alfabetización informacional y en una mayor confianza en el entorno digital y se debe tener cuidado de no tomar medidas que corran el riesgo de limitar la libertad de acceso a la información. Las bibliotecas pueden ser de gran ayuda.

Las “Noticias falsas” son un tema sobre el que se está debatiendo intensamente en muchas partes del mundo. Existe una gran preocupación de que la información errónea deliberada pueda socavar la toma de decisiones democráticas y llevar la confusión y la duda a las vidas de las personas.

La difusión de información inexacta con la intención de engañar no es algo nuevo. Sin  embargo, la rapidez con la que las noticias digitales se producen y difunden hace que el predominio de las “noticias falsas” sea una tendencia preocupante.

La Contribución de las Bibliotecas

Las bibliotecas desempeñan un importante papel en este debate, dado su compromiso institucional y ético para ayudar a los usuarios a acceder a información fiable y auténtica.

La IFLA ha trabajado de forma activa durante años en la alfabetización informacional y mediática. Durante el WLIC de 2017, la IFLA publicó su declaración sobre la alfabetización digital, subrayando que la habilidad para aprovechar el potencial de las herramientas digitales es esencial para una sociedad democrática y una ciudadanía comprometida.

Durante el WLIC de 2018, la Declaración de la IFLA sobre las Noticias Falsas reitera el papel esencial que desempeñan las bibliotecas para combatir la información errónea ofreciendo las herramientas y destrezas para detectarla y reconocerla. La experiencia profesional de los bibliotecarios hace que nuestras instituciones sean únicas a la hora de ayudar a los ciudadanos a evaluar de una forma crítica la información que encuentran online.

Al mismo tiempo, las bibliotecas combaten la censura defendiendo la libertad de expresión y de información como un derecho humano fundamental. La declaración subraya este papel y pide a los gobiernos que resistan la tentación de realizar “prohibiciones” de gran repercusión que perjudiquen la libertad intelectual.

Descargue la declaración completa [PDF] y úsela en su trabajo en defensa de las bibliotecas. Haga saber a los responsables de la toma de decisiones que las bibliotecas son más esenciales que nunca y que la educación es la única respuesta sostenible a las “noticias falsas”.